La característica principal del hipotiroidismo (déficit de hormonas tiroideas) es la disminución de actividad del metabolismo de la persona afectada. Es decir, se ralentizan todas las funciones vitales.
Uno de los síntomas habituales, como consecuencia de ello, es la tendencia a retener líquidos, al estreñimiento y a no poder quemar las grasas de modo adecuado. Esto se traduce en posible aumento de peso, pero en ningún caso es causa de obesidad. En ocasiones no se aumenta de peso, sino que la persona presenta dificultad para poder perderlo.
Una vez diagnosticada la enfermedad, si uno de los síntomas es el aumento de peso debemos tomar medidas para evitar que repercuta en nuestra salud general y contribuir a una mejora no solo de nuestra dieta sino también de nuestra autoestima.
Recomendaciones para poder mantener el peso a raya:
- Tener una actitud positiva. Debemos asumir que debemos hacer una dieta especial y a largo plazo para que ésta sea efectiva. El control de la comida a partir de ese momento debe ser absoluto
- Ha de ser una dieta rica en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, pescado de mar, con carnes magras, lácteos bajos en grasa, con aceite de oliva, en cantidades moderadas y en preparaciones simples, siguiendo las pautas de la dieta mediterránea. Si es necesario acude a un especialista para que pueda ayudarte.
- Las raciones han de ser más pequeñas de lo habitual. Es mejor no tener sensación de saciedad y hacer cinco comidas al día.
- Incluir en nuestro estilo de vida el ejercicio físico.
- El ejercicio debemos también incorporarlo a nuestra rutina diaria con sencillos gestos: Subir y bajar las escaleras en lugar de utilizar ascensor. Si es posible ir andando al trabajo o hacer la mitad del trayecto a pie. Ir a comprar andando. Caminar todos los días media hora, a modo de tranquilo paseo.
- Si a pesar de ello no te sientes bien o no consigues tu objetivo consulta a tu médico, sabrá cómo ayudarte.
Ver que las cosas funcionan mejor, que el sobrepeso logra controlarse influirá positivamente en la autoestima de quien padece esta enfermedad. Una actitud positiva dará ánimos y fuerzas para asumir el cambio para un estilo de vida saludable.
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