De nuevo otro plato que se hace con ingredientes de temporada, básicamente los mismos de las recetas anteriores y también los mismos que usamos para cosas ricas y fresquitas como el gazpacho o el salmorejo. Esto es más parecido al pisto, de hecho se hace casi igual y con los mismos ingredientes. Podéis considerarlo pisto italiano, y también tiene sus variaciones regionales, igual que aquí. Si la he llamado “colorida” es precisamente por eso, no en todas partes se usan todos los colores de pimiento que se encuentren, lo más normal es que sea con pimiento rojo y/o verde. Bueno, os dejo la receta y después me enrollo ;)
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 45 minutos
Raciones: para 3-4 personas
Ingredientes:
3 pimientos rojos italianos medianos
2 pimientos verdes italianos medianos
2 pimientos amarillos italianos medianos
2 tomates de pera maduros
1 cebolla morada mediana
4 cucharadas de aceite de oliva
un poco menos de 1/4 de cucharadita de sal
albahaca fresca (4-5 hojitas)
Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio.
Pela la cebolla, córtala por la mitad, y cada mitad en lonchitas. Sepáralas y ponlas en la sartén. Añade una pizca de sal.
Lava los pimientos y tomates. Quita las semillas de los pimientos y córtalos en tiras. Cuando la cebolla empiece a dorarse añádelos a la sartén y mézclalo todo bien. Agrega un poquito más de sal.
Baja un poco el fuego y deja que se sofría durante unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando.
Pica los tomates en daditos o rállalos y añádelo a la sartén. Mézclalo bien y que siga haciéndose al menos 15 minutos más, removiendo ocasionalmente. Si ves que se evapora mucho líquido y está quedando seco, baja un poco más el fuego. Puedes poner una tapa si quieres, pero lo ideal es que no haya reflujo.
Cuando todos los ingredientes estén bien hechos, muy tiernos y cremosos, apaga el fuego y añade la albahaca picada o en trocitos cortados a mano.
Sírvelo caliente o deja que se enfríe y guárdalo en la nevera en un envase bien cerrado. Te durará 3-4 días.
Este es el aspecto que debería tener (más o menos): los pimientos muy tiernos pero sin llegar a deshacerse, el tomate deshecho, que todo ello suelte juguito… Pruébalo y si quieres añade un poquito más de sal (para mi gusto con menos de 1/4 de cucharadita está perfecto).
Dedicatoria
Antes de nada pongo dedicatoria, así en grande. Le prometí dedicarle esta receta a Zaraida, la cheffe de Vegetart. La conocí por su blog (Xixi’s Club) hace ya bastantes años. Después abrió Vegetart, que lleva ya 5 años cebando dando de comer a toda persona que se acerque por Barcelona. Tiene fama de servir la mejor tortilla de patatas vegana y de tener la jefa más molona del barrio. Eso dicen, ¿eh? yo no he estado aún (qué vergüenza). También sacó libro hace poco: Cocina Vegana Casera / Cuina Casolana Vegana, ya por la 2ª edición (cómpralo, que lo recomiendo). Pues eso, que le hace mucha gracia el nombre y tal (bromitas que no voy a reproducir aquí pero las tenéis en instagram :P), así que le dije que cuando la subiera se la dedicaría.
¡Pa ti toa mi peperonata! xD
Pisto vs peperonata
Las diferencias entre uno y otro son mínimas. Si nunca habéis hecho pisto y queréis probar esta receta, podéis echar un vistazo a las recomendaciones que doy en la receta del pisto.
El método de cocción es el mismo, solo cambian los ingredientes, aunque el pimiento amarillo no tiene ninguna característica tan diferente de los otros, si acaso que suele ser más dulce.
Es un sofrito más que un frito o un glaseado. Una de las condiciones necesarias para que tenga el sabor especial que lo caracteriza es que se permita que se evapore parte de la humedad de los ingredientes. Si ponemos una tapa se parecerá más a un glaseado o a un rehogado. Y si añadimos más aceite será más frito que sofrito.
Las verduras no tienen que quemarse ni quedar simplemente blandas; tienen que dorarse y emitir ese delicioso aroma ahumado casi de pimiento asado. En caso de que se nos esté quedando muy seco podemos bajar más el fuego y si eso no es posible, cambiar a otro fuego más pequeño o cambiar de sartén. Yo os recomiendo usar una de fondo grueso, que conduzca el calor más homogénea y eficientemente.
Para haceros una mejor idea os recomiendo que veáis y leáis recetas italianas de peperonata. Veréis que también tienen variaciones:
- Peperonata senza pomodoro – Tiziana Colombo
- Peperonata siciliana, con patate e melanzane – Ada Parisi
- Peperonata classica – Maria Bonaccorso
- Peperonata al forno – Claudia Gargioni
- Peperonata – Veruska Anconitano
- Peperonata – Angela DeSalvo
Casi todas las recetas están en italiano y se entienden bastante bien, pero podéis usar Google Translate.
Si no lo habíais deducido ya, el nombre de peperonata viene del ingrediente principal: los pimientos (en italiano peperoni) ;)
Cosas que hacer con peperonata
Ahora que tienes una buena sartén de peperonata quizá te parezca una gran cantidad de comida y no sepas qué hacer con ello. Una opción es guardarlo en un táper en la nevera y buscar recetas. Otra es añadirlo a platos sin más, ponerlo en pan y comértelo, meterlo en una masa y hacer una empanada… Piensa que como ya está hecho puedes comértelo cuando quieras. En una tostada de pan integral queda buenísimo. También para un sándwich o un bocadillo, para pasta (cualquiera), para empanadillas, croquetas, albóndigas, como guarnición, como tapa, como entrante…
Aquí tienes un ejemplo, que puse también en instagram: hummus con pimiento amarillo asado, con peperonata, sésamo, ñora y flores de cilantro (son de una planta mía de cilantro que se puso en flor, no he visto que las vendan en ninguna parte). El hummus es el normal, receta tradicional, pero añadiendo un pimiento amarillo asado (bien grandote). Como estaban de oferta compré un par de kilos de pimientos y parte de ellos fueron al horno, así que usé uno para el hummus, otro para un paté… cuando dejas ingredientes ya hechos es una gozada ;)
Los filetes de seitán están cortados de un bloque más grande hecho al vapor en un molde redondo (solo hay que cortarlo en rodajas y hacer a la plancha). El sabor del seitán con los jugos de la peperonata es extremadamente delicioso. Podéis hacer lo mismo pero con tofu, tempeh o lo que tengáis por la nevera, aunque sean unas hamburguesas veganas compradas. La peperonata lo mejora todo ;)
- 3 pimientos rojos italianos medianos
- 2 pimientos verdes italianos medianos
- 2 pimientos amarillos italianos medianos
- 2 tomates de pera maduros
- 1 cebolla morada mediana
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- un poco menos de 1/4 de cucharadita de sal
- albahaca fresca (4-5 hojitas)
- Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio.
- Pela la cebolla, córtala por la mitad, y cada mitad en lonchitas. Sepáralas y ponlas en la sartén. Añade una pizca de sal.
- Lava los pimientos y tomates. Quita las semillas de los pimientos y córtalos en tiras. Cuando la cebolla empiece a dorarse añádelos a la sartén y mézclalo todo bien. Agrega un poquito más de sal.
- Baja un poco el fuego y deja que se sofría durante unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Pica los tomates en daditos o rállalos y añádelo a la sartén. Mézclalo bien y que siga haciéndose al menos 15 minutos más, removiendo ocasionalmente.
- Cuando todos los ingredientes estén bien hechos, muy tiernos y cremosos, apaga el fuego y añade la albahaca picada o en trocitos cortados a mano.
- Sírvelo caliente o deja que se enfríe y guárdalo en la nevera en un envase bien cerrado. Te durará 3-4 días.
- Si ves que se evapora mucho líquido y está quedando seco, baja un poco más el fuego. Puedes poner una tapa si quieres, pero lo ideal es que no haya reflujo.
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