La exposición a la publicidad de alimentos poco saludables es un factor que, según múltiples investigaciones recientes, podría estar directamente relacionado con el incremento de las tasas de obesidad infantil en el mundo. No solo se trata de anuncios tradicionales en televisión, sino especialmente de la publicidad en general, que ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos años debido a su capacidad para personalizar mensajes según los perfiles individuales de cada niño.
Publicidad y obesidad: la conexión de la que se habla poco

Diversos estudios confirman que la mayoría de los anuncios que ven los niños en medios digitales promocionan productos altamente procesados y ricos en grasas, azúcares y sal. Por ejemplo, investigaciones realizadas en México y Australia han demostrado que hasta el 99% de las promociones digitales dirigidas a menores presentan alimentos no saludables.
La publicidad digital se caracteriza por su uso intensivo de estrategias persuasivas como personajes famosos, retos en redes sociales, y promociones especiales. Este tipo de contenido genera un alto nivel de interacción y recuerdo en los menores, lo que incrementa la probabilidad de que pidan y consuman los productos anunciados, contribuyendo así a malos hábitos alimenticios desde edades tempranas.
Otro aspecto preocupante es la técnica conocida como "health-washing", donde las marcas intentan crear una falsa percepción de que sus productos son saludables o beneficiosos para la actividad física. Mensajes que vinculan el consumo de alimentos poco saludables con un estilo de vida activo o deportivo son comunes en plataformas digitales y resultan altamente efectivos en influir las decisiones de compra y consumo de los niños.
Desde el punto de vista científico, existe evidencia sólida que conecta la exposición a publicidad de alimentos poco saludables con un aumento inmediato del consumo calórico en niños. Una reciente revisión sistemática reveló que tras ver anuncios de comida poco saludable, los menores incrementan su ingesta calórica significativamente, lo que se traduce en un riesgo mayor de sobrepeso y obesidad a largo plazo.
Modelos psicológicos recientes explican cómo estas exposiciones repetidas pueden alterar no solo las decisiones inmediatas de consumo, sino también establecer hábitos y preferencias alimenticias persistentes en la vida adulta. El uso de estímulos emocionales, visuales y sociales en la publicidad digital parece ser particularmente efectivo en activar áreas del cerebro relacionadas con el placer y la recompensa, lo que facilita la consolidación de estos malos hábitos.
Frente a este panorama, varios países han comenzado a implementar regulaciones más estrictas sobre publicidad alimentaria dirigida a niños. Casos como el de Chile, con leyes restrictivas desde 2016, han demostrado una reducción significativa en la exposición infantil a publicidad de productos poco saludables y en el consumo de estos productos.
Sin embargo, ningún país ha implementado todavía una regulación integral que abarque todas las formas de publicidad y marketing digital, un vacío que sigue siendo aprovechado por la industria alimentaria. Aunque existe consenso sobre la necesidad de estas políticas, su implementación enfrenta grandes desafíos técnicos y económicos, especialmente en lo referente a la publicidad en línea.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado que se restrinja la publicidad de alimentos poco saludables como una estrategia clave para combatir la obesidad infantil. Esta medida se considera especialmente importante para reducir las desigualdades en salud, ya que los niños de entornos socioeconómicos más vulnerables suelen estar más expuestos a este tipo de publicidad.
El avance hacia una regulación efectiva requiere además sistemas sólidos de monitoreo y evaluación para medir el impacto real de las políticas implementadas. Estudios recientes destacan la importancia de contar con instituciones independientes encargadas de evaluar y ajustar constantemente estas políticas para asegurar su efectividad.
Referencias
Boyland, E. Would Reducing Children’s Exposure to Food Advertising Prevent Unhealthy Weight Gain?. Curr Obes Rep 14, 55 (2025). https://doi.org/10.1007/s13679-025-00648-6
Boyland E, McGale L, Maden M, Hounsome J, Boland A, Angus K, Jones A. Association of Food and Nonalcoholic Beverage Marketing With Children and Adolescents' Eating Behaviors and Health: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA Pediatr. 2022 Jul 1;176(7):e221037. doi: 10.1001/jamapediatrics.2022.1037. Epub 2022 Jul 5. PMID: 35499839; PMCID: PMC9062773.
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La noticia Famosos, promociones y retos en redes sociales: el efecto de la publicidad encubierta de ultraprocesados en la obesidad infantil fue publicada originalmente en Vitónica por Joaquín Vico Plaza .
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